No voy a ponerme siquiera a intentar catalogar una lista de adjetivos para definir la Patagonia. Ni tan siquiera el ser humano más adverso a la naturaleza salvaje se aventuraría a desacreditar la región con una mala palabra.
A continuación sigue alguna de las delicias de las que pudieron beneficiarse mis sentidos y tolerar mis piernas. Se trata del área natural protegida de Río Azul-Lago Escondido, un corredor biológico de 80000 hectáreas en la región de Río Negro.
Mientras publicaba esta entrada, alguien razonablemente parecido se ha sentado frente a mi. Pero no lleva ninguna Copa Mundial de la FIFA bajo el brazo.
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